LA AUTORA:
Desde la adolescencia, hace ya casi medio siglo, he vivido «por mi cuenta y riesgo» trabajando, contemplando, escribiendo, arriesgando y disfrutando en diferentes pueblos y ciudades de Inglaterra, Marruecos y España. A todos ellos, a sus mares y a sus ríos, a sus campos, sus desiertos, sus cafés y sus terrazas, sus garitos y sus templos y, por supuesto, a los libros y a otros viajeros andantes o quietos les debo gran parte de lo que soy y de lo que encontrarás aquí escrito. Éstas son mis fuentes y ésta es mi biografía.
...Y estos 56 poemas —si es que así se los puede llamar— son apuntes meditados y desmedidos de un cuaderno de bitácora entre real e imaginario.
Con este libro ya me despido de ellos y los envío a emprender su propio viaje, a vivir su vida impresa, que deseo sea larga y con muy buenas y variadas compañías.
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«Torbellinos desconcertantes y amapolas de floración voluntaria. El producto de una mujer es siempre egocéntrico aunque esclarecedor, sobre todo para los hombres que quieran competir con ellas en lo inmaterial y en las trampas de la vida.
¿Por qué la poesía tiene que ser heroísmo, ascesis o sacrificio? La grandeza de la poesía femenina reside en su falta de ambición, en el gozo en sí mismo y en la felicidad de sentirse viva. Torbellinos en las antípodas y amapolas en flor de piel, o algo así.»
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