¿Cuál es la historia de la humanidad?
Puede ser que haya en los Katharmoi [Las Purificaciones]
una historia no mítica o antimítica de la
humanidad y una forma de filosofía de la historia. Primero
el mundo, luego los hombres que lo habitan, existen antes de que haya
algo como una “religión”. Ella intervino
en cierto momento. ¿Podemos reconstruir la
filosofía de esta historia? El hombre vivía en
paz con las demás criaturas —si eso es el estado
primitivo que debemos reconstruir: una bondad pura, no conflictiva (philo-phrosýne)
ocupaba al principio el lugar de la justicia (dikaiosýne,
con el mismo sufijo –syne);
esto sucedía antes del asesinato.
El hombre no fue concebido en la violencia. Sin embargo, se vuelve
socialmente hombre escapando a una matanza desencadenada por el
asesinato. [...] Salidos de la guerra de todos contra todos, los
hombres pudieron instituir el acto simbólico del sacrificio
para apaciguar a los dioses. Se trataba de satisfacerlos para
sobrevivir. Era ya una “purificación”,
pero no era la buena; Empédocles arremete contra ella. La
sangre engendraba la sangre derramada en el rito (véase el
fr. 5 de Heráclito: “se purifican en
vano...”); de una manera más determinada,
habría que seguir el camino contrario, escoger la no-sangre.
Era la tesis, divina en lugar de ser religiosa, y el principio.
Se trata de un segundo punto de partida, otro origen; podemos sentir
uno, lamentarnos del otro. Los hombres debieron luchar por despojarse
del animal, asistidos por sus démones, que se humanizan. En
esto, como consecuencia universal del asesinato, todos los hombres son
solidarios del crimen que les hizo verdaderamente hombres. Los dos
polos, que se fijaron en la historia del mundo, el divino y su
negación bajo la forma de un sacrificio —un
sacrificio ofrecido a los hombres—, abrían una
nueva vía al restablecimiento.
Jean Bollack