«Decir el
acontecimiento, ¿es posible?», el hecho de que sea
preciso responder a la vez sí y no, posible, imposible,
posible como imposible, debería comprometernos a repensar
todo ese valor de posibilidad que marca nuestra tradición
filosófica occidental. La historia de la
filosofía es la historia de una reflexión en
torno a lo que quiere decir posible, de lo que quiere decir ser y ser
posible.
Es preciso hablar aquí del acontecimiento im-posible. Un
im-posible que no es solamente imposible, que no es solamente lo
contrario de lo posible, que es también la
condición o la ocasión de lo posible. Un
im-posible que es la experiencia misma de lo posible. Para ello es
preciso transformar el pensamiento, o la experiencia, o el decir de la
experiencia de lo posible o de lo imposible. Creo que no es simplemente
una tarea de especulación para filósofos
profesionales.
Jacques Derrida